La Revegetación


Tras todo este proceso de cultivo, crecimiento, floración y cosecha, es normal que finalmente se le acabe teniendo cariño a las plantas. Son unas flores muy agradecidas, que no requieren un cuidado realmente desmesurado o estresante para el criador; y los frutos pueden llegar a tener nuestra propia marca y características dependiendo de la forma en la que las hayamos cultivado.

Es cierto que la cosecha suele entristecer al criador, porque ve como el producto de su esfuerzo y dedicación cae en menos de un año, y acabado el proceso de recolecta queda un vacío (tanto físico como emocional) difícil de llenar.
Pero no tenemos por qué sufrir, si podemos revegetar. La revegetación es un proceso por el cual podemos conservar nuestras plantas durante nuevos ciclos de crecimiento, floración y cosecha; es decir, podemos tener la misma planta durante años florando y recolectando sus flores.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para que la revegetación de una planta sea satisfactoria tenemos que elegir correctamente la planta. El inconveniente de la revegetación es que cada ciclo que pasa la planta (entendiendo por ciclo completo el crecimiento, la floración y la cosecha) hace esta produzca menos y peor calidad de cannabis. Por eso, debemos escoger los ejemplares más sanos y productivos que tengamos.
Para llevar a cabo la revegetación necesitamos un tiesto más grande que el que tuviera la planta inicialmente. Cuando revegetamos esperamos a que la planta esté en el comienzo del período de floración, cortamos los esquejes superiores (se puede cortar sólo uno o toda la parte alta de la planta) y los dejamos en el tiesto nuevo. En caso de que el período de floración esté muy avanzado, es preferible cortar los esquejes de la parte baja. Ahora los esquejes deberán echar raíces en la tierra nueva por lo que es recomendable abonar la tierra con un fertilizante nitrogenado. También es aconsejable llevar a cabo este proceso cuando haya más horas de luz solar, ya que facilitará el enraizamiento y el crecimiento de la nueva planta; pero en caso de que no dispongamos de esa luz natural podemos aplicar un foco de
luz amarilla directamente sobre la planta (aun que no muy cerca de ésta).

Finalmente conseguimos que nuestros esquejes se conviertan en grandes plantas que
recolectar, mientras que nuestra planta principal (o “madre”) sigue creciendo y dándonos más esquejes. Con un ciclo de rotación de cultivo utilizando el método de revegetación podemos cosechar cada 7 semanas.

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