Para que el cannabis no pierda propiedades ni sabor hay unas pautas básicas que seguir:
- En seco. El cannabis se empobrece cuando la humedad del ambiente en el que se
encuentra supera el 60%. Si vives en una zona en el que la humedad supera esta cifra
es muy importante que intentes aislar el cannabis intentando guardarlo en la zona
más seca de la casa, a poder ser en un armario y si es necesario acompañado de las
bolsas de arroz o sílice o guardado herméticamente.
- Sin luz. La oscuridad es la clave para un cannabis de calidad. La luz reactiva la clorofila de las hojas en la cual se encuentra el CBD (o Cannabidiol) un componente sedante depresor del sistema nervioso que anula los efectos del THC*. Cuanto más tiempo pase a oscuras el cannabis más rápido lo eliminará y sus efectos serán notables. Teniendo esto en cuenta los recipientes más utilizados son:
- Cajitas. Suelen ser de madera. La marihuana debe estar bien seca cuando se guarda
aquí porque si no cogerá el olor de la madera. Es un buen sitio donde almacenarla,
pero en el caso de algunas variedades puede llegar a oler demasiado, ya que los
cierres de estas cajas no son muy efectivos.
- Bolsitas. Lo más cómodo es guardarla en bolsas de plástico prensadas al vacio o con
cierres especiales para que queden bien aislados. Las bolsas de congelados son
ideales para esto.
- Botes. La ventaja de guardarlo en un bote es que estos cierran mejor que las cajas, la mayoría de forma hermética, por lo que evitaremos la humedad y el problema de los olores.


*En algunos casos en los que la marihuana se usa de forma terapéutica, se expone a la luz para aumentar el CBD que utilizado en casos de cáncer de mama, ha demostrado controlar la metastasis.
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