Este blog ha sido creado por Roberto Bermejo, Isabel Barcina y Esther Herrero, estudiantes de 2º curso de Publicidad y RR.PP. en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Ni la universidad ni el personal docente tienen relación con el contenido y las opiniones publicadas en este blog.
Con este blog no pretendemos de ninguna forma hacer apología de las drogas o su consumo, sólo ofrecer información libre y veraz.
NOS PRESENTAMOS...

Bienvenidos! somos Isabel, Roberto y Esther, y os presentamos Feed the Weed.
Feed the Weed es un blog creado por nosotros, para ser utilizado como guía del cultivo de cannabis de interior. En este blog podrás encontrar toda la información necesaria para criar unas buenas plantas de marihuana dentro de tu casita.
Esperemos que disfruteis de la web, tanto cómo nosotros creándola.
Saludos.
Isabel, Roberto y Esther.
F.A.Q.
¿Esto va en serio?
Si! esta web fue concebida como una guía útil en todos los aspectos, es decir, vamos a procurar dar toda la información sobre las distitnas fases del desarrollo de la planta, vamos a explicar cómo va a pasar tu planta esas fases y qué trabajo vas a tener que hacer con ellas.
¿Es una guía fiable?
Al 100%. Esta guía está elaborada con información recopilada de manuales de cúltivo y con información de primera mano basada en la propia experiencia del cultivo de cannabis. Así que, quién mejor que nosotros para contarte cómo hacerlo.
¿Voy a tener que gastarme mucho dinero en las plantas?
Depende de como te lo quieras tomar. Una planta de cannabis criada en interior sólo necesita realmente agua y luz para vivir, pero ya que hacemos las cosas, hagámoslas bien.
No te vas a gastar los ahorros de tu vida ni vas a tener que hipotecarte con el cultivo, sólo necesitaras agua, algún fertilizante y otras cosillas de andar por casa.
¿Si sigo todos los pasos de este blog tendré buena cosecha?
Por supuesto.
Si! esta web fue concebida como una guía útil en todos los aspectos, es decir, vamos a procurar dar toda la información sobre las distitnas fases del desarrollo de la planta, vamos a explicar cómo va a pasar tu planta esas fases y qué trabajo vas a tener que hacer con ellas.
¿Es una guía fiable?
Al 100%. Esta guía está elaborada con información recopilada de manuales de cúltivo y con información de primera mano basada en la propia experiencia del cultivo de cannabis. Así que, quién mejor que nosotros para contarte cómo hacerlo.
¿Voy a tener que gastarme mucho dinero en las plantas?
Depende de como te lo quieras tomar. Una planta de cannabis criada en interior sólo necesita realmente agua y luz para vivir, pero ya que hacemos las cosas, hagámoslas bien.
No te vas a gastar los ahorros de tu vida ni vas a tener que hipotecarte con el cultivo, sólo necesitaras agua, algún fertilizante y otras cosillas de andar por casa.
¿Si sigo todos los pasos de este blog tendré buena cosecha?
Por supuesto.
Legislación sobre el cultivo
En España a día de hoy el cultivo de grandes cantidades de cannabis está prohibido.
Pero el cultivo de cannabis para el consumo propio está permitido siempre y cuando sea justificado (y el Juez esté por la labor).
Realmente no se tiene en cuenta el número de plantas que se cultivan, sino otra serie de circunstancias como el motivo del cultivo (consumo propio, cultivo medicinal...), en qué estado se encuentren las plantas (si son macho no se consideran ilegales), en qué lugar están (si están en un lugar escondidas se acusará de que las ocultaban)...
Para evitar problemas legales debemos saber:
- Alegar consumo propio. Todas las plantas son para consumo propio, pero esto sólo has de declararlo si tus problemas son muy serios y siempre delante de tu abogado.
- Si cultivamos en un piso que compartimos con más personas, es conveniente etiquetar cada ploanta con el dni de su propietario. Así en caso de problemas con la justicia sabremos cuantas plantas pertenecen a cada persona.
Según la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de Febrero, sobre la protección de la seguridad ciudadana (Capítulo IV, Art. 25):
1. Constituyen infracciones graves a la seguridad ciudadana el consumo en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos, así como la tenencia ilícita, aunque no estuviera destinada al trafico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, siempre que no constituya infracción penal, así como el abandono en los sitios mencionados de útiles o instrumentos utilizados para su consumo.
2. Las sanciones impuestas por estas infracciones podrán suspenderse si el infractor se somete a un tratamiento de deshabituación en un centro o servicio debidamente acreditado, en la forma y por el tiempo que reglamentariamente se determine.
Pero el cultivo de cannabis para el consumo propio está permitido siempre y cuando sea justificado (y el Juez esté por la labor).
Realmente no se tiene en cuenta el número de plantas que se cultivan, sino otra serie de circunstancias como el motivo del cultivo (consumo propio, cultivo medicinal...), en qué estado se encuentren las plantas (si son macho no se consideran ilegales), en qué lugar están (si están en un lugar escondidas se acusará de que las ocultaban)...
Para evitar problemas legales debemos saber:
- Alegar consumo propio. Todas las plantas son para consumo propio, pero esto sólo has de declararlo si tus problemas son muy serios y siempre delante de tu abogado.
- Si cultivamos en un piso que compartimos con más personas, es conveniente etiquetar cada ploanta con el dni de su propietario. Así en caso de problemas con la justicia sabremos cuantas plantas pertenecen a cada persona.
Según la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de Febrero, sobre la protección de la seguridad ciudadana (Capítulo IV, Art. 25):
1. Constituyen infracciones graves a la seguridad ciudadana el consumo en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos, así como la tenencia ilícita, aunque no estuviera destinada al trafico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, siempre que no constituya infracción penal, así como el abandono en los sitios mencionados de útiles o instrumentos utilizados para su consumo.
2. Las sanciones impuestas por estas infracciones podrán suspenderse si el infractor se somete a un tratamiento de deshabituación en un centro o servicio debidamente acreditado, en la forma y por el tiempo que reglamentariamente se determine.
La Revegetación

Tras todo este proceso de cultivo, crecimiento, floración y cosecha, es normal que finalmente se le acabe teniendo cariño a las plantas. Son unas flores muy agradecidas, que no requieren un cuidado realmente desmesurado o estresante para el criador; y los frutos pueden llegar a tener nuestra propia marca y características dependiendo de la forma en la que las hayamos cultivado.
Es cierto que la cosecha suele entristecer al criador, porque ve como el producto de su esfuerzo y dedicación cae en menos de un año, y acabado el proceso de recolecta queda un vacío (tanto físico como emocional) difícil de llenar.
Pero no tenemos por qué sufrir, si podemos revegetar. La revegetación es un proceso por el cual podemos conservar nuestras plantas durante nuevos ciclos de crecimiento, floración y cosecha; es decir, podemos tener la misma planta durante años florando y recolectando sus flores.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que para que la revegetación de una planta sea satisfactoria tenemos que elegir correctamente la planta. El inconveniente de la revegetación es que cada ciclo que pasa la planta (entendiendo por ciclo completo el crecimiento, la floración y la cosecha) hace esta produzca menos y peor calidad de cannabis. Por eso, debemos escoger los ejemplares más sanos y productivos que tengamos.
Para llevar a cabo la revegetación necesitamos un tiesto más grande que el que tuviera la planta inicialmente. Cuando revegetamos esperamos a que la planta esté en el comienzo del período de floración, cortamos los esquejes superiores (se puede cortar sólo uno o toda la parte alta de la planta) y los dejamos en el tiesto nuevo. En caso de que el período de floración esté muy avanzado, es preferible cortar los esquejes de la parte baja. Ahora los esquejes deberán echar raíces en la tierra nueva por lo que es recomendable abonar la tierra con un fertilizante nitrogenado. También es aconsejable llevar a cabo este proceso cuando haya más horas de luz solar, ya que facilitará el enraizamiento y el crecimiento de la nueva planta; pero en caso de que no dispongamos de esa luz natural podemos aplicar un foco de
luz amarilla directamente sobre la planta (aun que no muy cerca de ésta).
Finalmente conseguimos que nuestros esquejes se conviertan en grandes plantas que
recolectar, mientras que nuestra planta principal (o “madre”) sigue creciendo y dándonos más esquejes. Con un ciclo de rotación de cultivo utilizando el método de revegetación podemos cosechar cada 7 semanas.
Conservación
Una vez acabado el período de curación, es decir, cuando la planta está completamente seca, nos encontramos con una duda ¿Y ahora cómo lo guardo?
Para que el cannabis no pierda propiedades ni sabor hay unas pautas básicas que seguir:
- En seco. El cannabis se empobrece cuando la humedad del ambiente en el que se
encuentra supera el 60%. Si vives en una zona en el que la humedad supera esta cifra
es muy importante que intentes aislar el cannabis intentando guardarlo en la zona
más seca de la casa, a poder ser en un armario y si es necesario acompañado de las
bolsas de arroz o sílice o guardado herméticamente.
- Sin luz. La oscuridad es la clave para un cannabis de calidad. La luz reactiva la clorofila de las hojas en la cual se encuentra el CBD (o Cannabidiol) un componente sedante depresor del sistema nervioso que anula los efectos del THC*. Cuanto más tiempo pase a oscuras el cannabis más rápido lo eliminará y sus efectos serán notables. Teniendo esto en cuenta los recipientes más utilizados son:
- Cajitas. Suelen ser de madera. La marihuana debe estar bien seca cuando se guarda
aquí porque si no cogerá el olor de la madera. Es un buen sitio donde almacenarla,
pero en el caso de algunas variedades puede llegar a oler demasiado, ya que los
cierres de estas cajas no son muy efectivos.
- Bolsitas. Lo más cómodo es guardarla en bolsas de plástico prensadas al vacio o con
cierres especiales para que queden bien aislados. Las bolsas de congelados son
ideales para esto.
- Botes. La ventaja de guardarlo en un bote es que estos cierran mejor que las cajas, la mayoría de forma hermética, por lo que evitaremos la humedad y el problema de los olores.

*En algunos casos en los que la marihuana se usa de forma terapéutica, se expone a la luz para aumentar el CBD que utilizado en casos de cáncer de mama, ha demostrado controlar la metastasis.
Para que el cannabis no pierda propiedades ni sabor hay unas pautas básicas que seguir:
- En seco. El cannabis se empobrece cuando la humedad del ambiente en el que se
encuentra supera el 60%. Si vives en una zona en el que la humedad supera esta cifra
es muy importante que intentes aislar el cannabis intentando guardarlo en la zona
más seca de la casa, a poder ser en un armario y si es necesario acompañado de las
bolsas de arroz o sílice o guardado herméticamente.
- Sin luz. La oscuridad es la clave para un cannabis de calidad. La luz reactiva la clorofila de las hojas en la cual se encuentra el CBD (o Cannabidiol) un componente sedante depresor del sistema nervioso que anula los efectos del THC*. Cuanto más tiempo pase a oscuras el cannabis más rápido lo eliminará y sus efectos serán notables. Teniendo esto en cuenta los recipientes más utilizados son:
- Cajitas. Suelen ser de madera. La marihuana debe estar bien seca cuando se guarda
aquí porque si no cogerá el olor de la madera. Es un buen sitio donde almacenarla,
pero en el caso de algunas variedades puede llegar a oler demasiado, ya que los
cierres de estas cajas no son muy efectivos.
- Bolsitas. Lo más cómodo es guardarla en bolsas de plástico prensadas al vacio o con
cierres especiales para que queden bien aislados. Las bolsas de congelados son
ideales para esto.
- Botes. La ventaja de guardarlo en un bote es que estos cierran mejor que las cajas, la mayoría de forma hermética, por lo que evitaremos la humedad y el problema de los olores.


*En algunos casos en los que la marihuana se usa de forma terapéutica, se expone a la luz para aumentar el CBD que utilizado en casos de cáncer de mama, ha demostrado controlar la metastasis.
Curación del cannabis
A partir del primer mes de secado los cogollos empiezan a curarse. Por lo que necesitaremos guardarlos de forma adecuada para mejorar su curación y su sabor.
Vamos a observar la curación como un proceso de tres etapas para las que necesitaremos: un cajón o caja de madera, un tarro o bote de cristal, tijeras, guantes y mascarilla.
La primera etapa comienza cuando los cogollos que dejamos secando tras la manicura están aparentemente secos. El cogollo estará arrugado y deshidratado, pero no te dejes engañar: aunque parezca seco todavía retiene mucha agua en el interior. Nos preparamos al igual que hicimos con la manicura (con los guantes y la mascarilla puestos). Quitamos las ramas de donde las teníamos colgadas y separamos los cogollos de ellas dejándolos apartados sobre un papel de periódico.
Aquí comienza la segunda etapa: una vez que tenemos los cogollos cortados y separados, debemos almacenarlos en una caja o cajón de madera. Normalmente se recomiendan las cajas de madera de roble y de cedro, ya que son las que mejor aíslan de la humedad; igualmente podemos guardarlos en una caja de madera algo gruesa y acompañarlos con saquitos de arroz o de bolitas de gel de sílice, para retener la humedad.
La caja deberá permanecer un mes cerrada y otro mes abierta, pero siempre en un sitio seco y en la máxima oscuridad posible.
Aproximadamente dos meses después de meterlos en la caja de madera entramos en la
tercera y última fase. Ahora utilizaremos un bote o tarro de cristal (el más adecuado sería uno con cierre hermético). Cogemos los cogollo (siempre con guantes) y los ponemos en el recipiente de cristal para que no cojan el gusto de la madera*.
Después de un mes y medio (aproximadamente), los cogollos ya estarán curados, pero
recuerda: cuanto más tiempo los dejes más se secarán con lo que el sabor será más puro.
*En caso de que se hubiera añadido un saquito de arroz o similar para absorber la humedad no hay que meterlo en el tarro de cristal.
Vamos a observar la curación como un proceso de tres etapas para las que necesitaremos: un cajón o caja de madera, un tarro o bote de cristal, tijeras, guantes y mascarilla.
La primera etapa comienza cuando los cogollos que dejamos secando tras la manicura están aparentemente secos. El cogollo estará arrugado y deshidratado, pero no te dejes engañar: aunque parezca seco todavía retiene mucha agua en el interior. Nos preparamos al igual que hicimos con la manicura (con los guantes y la mascarilla puestos). Quitamos las ramas de donde las teníamos colgadas y separamos los cogollos de ellas dejándolos apartados sobre un papel de periódico.
Aquí comienza la segunda etapa: una vez que tenemos los cogollos cortados y separados, debemos almacenarlos en una caja o cajón de madera. Normalmente se recomiendan las cajas de madera de roble y de cedro, ya que son las que mejor aíslan de la humedad; igualmente podemos guardarlos en una caja de madera algo gruesa y acompañarlos con saquitos de arroz o de bolitas de gel de sílice, para retener la humedad.
La caja deberá permanecer un mes cerrada y otro mes abierta, pero siempre en un sitio seco y en la máxima oscuridad posible.
Aproximadamente dos meses después de meterlos en la caja de madera entramos en la
tercera y última fase. Ahora utilizaremos un bote o tarro de cristal (el más adecuado sería uno con cierre hermético). Cogemos los cogollo (siempre con guantes) y los ponemos en el recipiente de cristal para que no cojan el gusto de la madera*.
Después de un mes y medio (aproximadamente), los cogollos ya estarán curados, pero
recuerda: cuanto más tiempo los dejes más se secarán con lo que el sabor será más puro.
*En caso de que se hubiera añadido un saquito de arroz o similar para absorber la humedad no hay que meterlo en el tarro de cristal.
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